lunes, 20 de septiembre de 2010

COMPROMISO JUVENIL

Me preguntaba por qué la juventud es tan indiferente a lo demás y me vino el recuerdo de un discurso dado por un gran hombre, presidente de Chile durante el período de 1970 – 1973, Salvador Allende en la universidad de Guadalajara – México quien comenzaba su discurso diciendo: “Hay jóvenes viejos y viejos jóvenes, esos jóvenes viejos no se preguntan cuántos viviendas faltan en nuestros países…”. Cabe la pregunta ¿qué tipo de jóvenes somos? Los jóvenes viejos que no nos preocupamos por mejorar la realidad de nuestro país y que mucho peor aún, no sabemos cuál es esa realidad o aquellos jóvenes que nos dejamos llevar por el anhelo de vivir en una sociedad más justa y equitativa, que entendemos cuál es el papel que debemos cumplir dentro de nuestro país y el mundo y que aportamos de una u otra manera al logro de esos anhelos.

Los jóvenes han cumplido durante años un rol importante en lo que respecta la defensa de nuestros derechos como tal, el movimiento estudiantil peruano no es ajeno a ello, lucharon por la defensa de sus intereses así como por la defensa de los intereses del pueblo peruano, un claro ejemplo, la lucha de la Federación de Estudiantes del Perú (FEP) contra la dictadura Fujimontesinista por recobrar la democracia. Sin embargo, hoy en día la realidad es distinta a la de años atrás puesto que muchos de los jóvenes, estudiantes en su mayoría carecen del espíritu crítico necesario para poder luchar por un cambio necesario en nuestro país, los jóvenes hemos estado al margen de las necesidades de la sociedad, no hemos cumplido con el papel que nos toca desempeñar dentro de la universidad y la sociedad a tal punto de creer que nuestro único objetivo como estudiantes es conseguir un buen trabajo, tener una gran casa y una familia bonita, un carro del año, lujos a montón sin preguntarnos si al igual que nosotros los jóvenes de los sectores rurales, desfavorecidos han tenido la oportunidad de estudiar, ya no nos inquietamos por lo que sucede alrededor nuestro y seguimos nuestras vidas como corriente de agua en un río y seguimos creyendo que la solución a nuestros problemas vendrán por si solos o que necesitamos que venga un “iluminado” para resolverlos.

Cuántos nos hemos preguntado por qué nuestro país a pesar de hacer crecido económicamente aún el 39,3% de peruanos viven en pobreza y 19,7% en extrema pobreza o cabe mejor preguntarnos si crecimiento es igual a desarrollo, cuántos nos hemos preguntado por qué el Perú es uno de la países más corruptos de América Latina y a nivel educacional ocupa los últimos puestos respecto a los demás países de la Región, acaso esos problemas son ajenos a nosotros, acaso sólo el gobierno de turno puede tener la culpa de todo lo que pase, claro que no pues si reclamáramos lo que nos corresponde, si defendiéramos nuestros derechos y si cumpliéramos con nuestras obligaciones muchas de las cosas que ocurren y que afectan a las grandes mayorías no sucedieran ya que de tener un espíritu crítico cambiarían muchas cosas, plantearíamos también soluciones a la problemática social, económica, política, ética y moral del país.

Cabe decir entonces que no basta con reclamar y decir que las cosas andan mal, de nada sirve quejarnos de lo mal que estamos, lo mejor es adentrarnos a los problemas, comprometernos en la búsqueda de soluciones a dichos problemas. Pero hay que tener en cuenta que ese es un primer paso puesto que el segundo es organizarte ya que de nada sirve ir solo, tu voz no puede llegar a la cima de una montaña sino es con un coro de compañeros gritando a viva voz su sentir de rechazo a la injusticia social existente en el país, la falta de oportunidades, la crisis educacional, la crisis ética y moral que existe no sólo en el gobierno sino también en sus instituciones públicas, la crisis climática que afecta al mundo, etc. Y es que la organización es la que da fuerza, se pueden lograr con mayor facilidad los objetivos que nos planteamos y qué mejor si nos organizamos para lograr anhelos que beneficien no sólo a nosotros sino a los demás, a la colectividad, esto servirá para hacer más nuestra la solidaridad que tanta falta hace a la sociedad.

En ese sentido manifiesto la intención de calar en ustedes jóvenes como yo a no dejar que la indiferencia se apodere de nosotros, comprometámonos con la sociedad y sus problemas, busquemos soluciones a ellos, soluciones de corto, mediano y largo plazo, comencemos a ser más solidarios con la colectividad por que sus problemas también son nuestros ya que de una u otra manera repercutirán en nosotros, entendamos que tenemos un gran compromiso con la sociedad, con el país y que ya es hora de comenzar a actuar en ello sin esperar a ser profesionales pues no basta ser un gran profesional académicamente formado sino que también debemos serlo humanísticamente por que eso es lo que falta HUMANOS Y NO PERSONAS. Organicémonos para plantear soluciones y recuerden que el futuro no es nuestro si no hacemos nuestro el presente.

Giorgio Facundo Ancajima.

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