lunes, 20 de abril de 2009


"Proletarios del mundo, uníos"
PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ
Patria Roja


VIII CONGRESO NACIONAL
INVITACIÓN

Tengo el honor de invitar a Ud. y familia al Acto Político Cultural de Lanzamiento e inicio de las actividades del VIII Congreso Nacional del Partido con la presencia de nuestro camarada Secretario General, Alberto Moreno Rojas a raelizarse el día sábado 16 de Mayo a las 7.00pm. en nuestro local ubicado en Urb. San José, Calle 5, N° 297 - Piura

Prof. Teodoro Alvarado Saguma
I Secretario Comité Zonal "Leoncio Amaya Tume"




PROGRAMA
1. Himno Nacional
2. Palabras de Bienvenida (Pdta Comisión Organizadora)
3. Palabras del Comité Zonal "Leoncio Amaya Tume" (I Secretario)
4. Conferencia Central a cargo del camarada Alberto Moreno Rojas, Secretario General del Partido: "Prepararse para gobernar"
5. Número Artístico
6. Inauguración de Local Político
7. Brindis de honor

Comisión Organizadora
VIII CONGRESO NACIONAL

sábado, 11 de abril de 2009

Dios, los huevos y Grau

Por. Rolando Brena Pantoja

Cada vez que un futbolista entra al verde gramado de una cancha de fútbol, lo primero que hace es el signo de la cruz, poniendo en manos de Dios, no de su competencia, ni de su esfuerzo, ni de sus preparadores técnicos, la posibilidad de soñados goles y los resultados del partido. Y acompañándolo de multitud de curiosas y bizarras supersticiones y cábalas. A tal punto del absurdo llega esta ¿concepción?, ¿costumbre?, ¿tontería?, ¿impotencia?, que cuando hay una rara ocasión de buen desempeño, un jugador como Solano afirma con toda ¿ingenuidad?, ¿fanatismo?, ¿desconfianza en sí mismo?, que "Dios iluminó mi pierna derecha".


No estamos lejos de que algún o algunos despistados o avispados "creyentes" empiecen a encender velas a la "pierna iluminada por Dios de Solano" para ganar, hacer goles, incluso solicitar milagros o iniciar un proceso de santificación pernil ante el Vaticano.


El último partido con Chile, contra toda lógica y toda realidad, todavía hizo nacer ilusiones entre los peruanos sobre la posibilidad de un triunfo.Es que con Chile se dan cita un conjunto de circunstancias excepcionales, en las que se mezclan las emociones propias del deporte con conflictos históricos, geográficos, sociales, económicos, sicológicos, etnológicos... que confieren a un encuentro de fútbol características de enfrentamiento cuasi bélico.


Muchos de nosotros estaríamos de alguna manera, si no satisfechos, por lo menos compensados, si la selección peruana le ganara a Chile aunque pierda todos los demás partidos.¿Qué se necesita, a juicio de las palabras de un jugador emblemático, para ganar? Vargas, el "LOCO" Vargas, afirmó que se necesitan "huevos". Efectivamente, puso "huevos" a la hora de jugar: "huevos" para cometer un penal, "huevos" para hacerse expulsar. Será mejor decir que Vargas no puso los "huevos", sino que le faltaron "huevos".


Llegamos al paroxismo patriotero cometiendo un gigantesco ultraje contra uno de nuestros héroes máximos, Miguel Grau, haciéndolo aparecer casi como un jugador más. Un grupo de hinchas se instaló en el estadio con un inmenso retrato suyo, que luego retiraron humillados y ofendidos.


Más aún, un estrafalario descendiente suyo que deambula por Lima disfrazado como el Gran Almirante, se prestó innoblemente a esta vergüenza, manipulado por cierto periodismo.En fin, de la debacle del fútbol no nos salva nadie. Ni Dios, ni los brujos, ni las cábalas, ni "las piernas iluminadas", ni los huevos, ni la utilización a la mala de nuestros héroes nacionales. Lo olvidaba, ni Chemo, por cierto.

CONDENA A FUJIMORI, CONDENA A LA GUERRA SUCIA

PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ - Patria Roja




El ex dictador Alberto Kenya Fujimori Fujimori ha sido condenado a 25 años de prisión como autor mediato de la comisión de los delitos de homicidio calificado, asesinato, lesiones graves y secuestro agravado.

Este histórico fallo de la Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia presidida por el juez César San Martín Castro es, en el fondo, una condena a la guerra sucia que pusieron en marcha el fujimorismo y sus antecesores como medio para combatir las acciones de violencia del senderismo, que tuvo como eje la sistemática política violatoria de los derechos humanos, causante de miles de víctimas, en su gran mayoría pobladores inocentes y ajenos al conflicto. En la sustentación de la sentencia se hace hincapié en un conjunto de hechos que fueron articulando un sistema antidemocrático, corrupto, pervertidor de personas e instituciones y blindado para garantizar la impunidad de los diversos delitos cometidos. El golpe del 5 de abril de 1992 representó una pieza de este engranaje, destinado además a sostener por un largo periodo en el poder a la cúpula criminal y corrupta.

Tampoco hay que pasar por alto que la guerra sucia desatada en el Perú fue el resultado de la aplicación de la doctrina contrainsurgente impartida en la Escuela de las Américas sostenida por el imperio norteamericano, donde se formaron gran parte de los miembros de las fuerzas armadas latinoamericanas que resultaron responsables de violaciones de los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad.

Corresponde hoy salir en defensa de la sentencia condenatoria a Alberto Fujimori, impedir que prosperen las maniobras que sus seguidores pondrán en marcha para burlar a la justicia, bloquear cualquier componenda o acuerdo político destinado a excarcelarlo. Porque lo cierto es que frente a una resolución adversa en el Poder Judicial buscarán una salida política para conseguir el indulto o cosa parecida.

Hagamos de la defensa de esta sentencia una campaña ejemplificadora en el respecto irrestricto de los derechos humanos, para que no se repitan los crímenes y abusos desde el Estado. Cerremos paso al autoritarismo, la persecución política, la corrupción, elementos también presentes en el régimen actual, que terminarán por desbocarse si no se los contiene a tiempo.

Perú, 07 de abril del 2009

Buró Político del Comité Central

lunes, 6 de abril de 2009

EL AÑO DEL BUEY

Por: cc. Raúl
Militante del círculo de la JotaCé "Javier Heraud" - Piura

Los compatriotas del camarada Mao, orientales al fin, han denominado así este 2009; un año, para ellos, donde la tierra se ubicará “flotando encima del agua”, sugiriendo una solidez externa, pero en el cual “tal tierra flotante será débil y la estabilidad parecerá frágil”.

Al parecer, los chinos están muy atentos a lo que sucede en el mundo. Han expresado metafóricamente lo que significa este 2009: un año de tensiones mundiales, con la repetición de la cíclica crisis del capitalismo, ahondada aún más y extendida más planetariamente, con un Imperio hegemónico al que ya no le es tan fácil controlar el mundo; un año por supuesto también de tensiones en América Latina, donde los gobiernos populares, con Cuba a la cabeza, avanzan en bloque hacia su liberación y los pueblos del resto de naciones empiezan a forjar la alternativa antiimperialista; en fin, un año de tensiones para el Perú, con una derecha puesta los pelos de punta ante la posibilidad de una victoria popular en las elecciones venideras, y de otro lado, con un movimiento social y popular aún fragmentado, en camino hacia su unidad pero todavía insuficiente y sin la claridad necesaria. No es este, entonces, un año cualquiera.

En este escenario de creciente inestabilidad, en este campo de batalla planetario, continental y nacional es que iniciamos la etapa congresal. El VIII congreso de nuestro Partido ya dio su inicio y, a la par, el II congreso de la Juventud Comunista. No es difícil entender entonces la importancia de estos sucesos para nuestras organizaciones.

Las nuevas condiciones de la lucha de clases, las nuevas posibilidades estratégicas para el proletariado y su Partido, el avance logrado hasta aquí y por supuesto las deficiencias arrastradas, exigen un salto cualitativo de nuestra organización. Hoy más que nunca, en estos últimos veinte años, se abren posibilidades enormes para la forja de una alternativa popular y por qué no, socialista. Este congreso, tanto el del Partido como el de la Jota, debe asegurar el salto adelante que necesitamos, corregir sin vacilaciones las plagas que subsisten al interior, eliminar los frenos que nos impiden avanzar hacia el Partido Revolucionario de Masas. Pero también, debe ser un congreso que multiplique y profundice nuestro programa, que vea con mayor claridad cuánto es que podemos avanzar en este nuevo período que se abre y cómo nuestras decisiones, políticas y normas organizativas deben ajustarse a estas nuevas condiciones. Nuevas luces aparecerán, definitivamente.

En este proceso, la Juventud Comunista no puede quedarse rezagada. Su congreso es, por lo expuesto anteriormente, de clave importancia estratégica. Mal haría el Partido, sus comités y su militancia y peor aún los jóvenes comunistas en considerar este evento como de añadidura o de adorno al gran evento congresal del Partido. El salto cualitativo que debemos dar también implica que nuestra organización juvenil de pre militancia avance a su posicionamiento en el seno de las masas juveniles como organización de vanguardia; también la juventud comunista debe hacerse Partido Revolucionario de Masas. Hemos avanzado mucho, sobre todo en el reflotamiento del movimiento estudiantil. Necesitamos mucho más.

Este Congreso no debe ser tomado a la ligera, ni mucho menos, muy por el contrario su cabal desarrollo asegurará una correcta sistematización de lo actuado, un afianzamiento de su militancia en el marxismo leninismo, en su adherencia al Partido y por supuesto avanzar en la definición de mejores políticas para la juventud. Asegurar esto, nos ubicará en mejores condiciones para hacer de la juventud, un pilar fundamental del movimiento social y revolucionario.
La juventud, camaradas, no es un adorno. No se crea Juventud Comunista para sentirse satisfechos y decir sí, los jóvenes tienen un lugar. Se hace, se construye Juventud Comunista porque es estratégicamente importante tener a los jóvenes del lado del pueblo, tener sus energías y canalizarlas por la revolución, preparar en su seno, los futuros dirigentes del Partido y del Estado; en fin, prepararlos para la toma del poder.

Hasta aquí pudiera entenderse al Partido y la Juventud Comunista como algo abstracto, por encima de nosotros, simples militantes. ¡Mentira! El Partido somos todos camaradas. En el Congreso debemos participar todos los militantes y pre militantes. Los días centrales deberán ser sólo la culminación y la síntesis de un largo período de estudio e investigación, de debates y críticas, de profunda autocrítica también y sobre todo de lucha de masas. Mayor intensidad a nuestra lucha política, mayor acumulación, más política de cara a las masas. Sólo así nuestro Congreso no será una reunión de cuatro paredes, sino la esencia de una organización revolucionaria en reflexión para continuar su camino.

¿Qué hacer? Los jóvenes comunistas, poner en primer plano nuestro II Congreso como eslabón clave del VIII Congreso del Partido. Ello exige iniciar el estudio del marxismo leninismo para la lucha de clases de hoy, el estudio de nuestros documentos, de nuestra estrategia y táctica, y por supuesto también de nuestros errores. Exige también, mayor intensidad en el trabajo con las masas, mayores sacrificios para hacerlas avanzar. Eso es el Congreso. Sistematización teórica e intensificación de la práctica revolucionaria.

El salto cualitativo del que hablamos, no será posible sin preparar el salto cualitativo en el terreno práctico. Atención prioritaria al problema de los cuadros, reclama el XX pleno de nuestro Comité Central. No falta razón para ello. Hoy por hoy, la juventud comunista adolece de falta de cuadros en todos los terrenos: político, organizativo, de masas, técnicos, etc. Esa falta de cuadros, si bien comprensible, no puede permanecer así. Ello implica, definir, desde la juventud una adecuada política de cuadros. No es lo mismo querer forjar cuadros entre militantes nacidos del ochenta para abajo, que entre nuestra generación, crecida bajo la sombra del neoliberalismo y el retroceso del campo socialista. Pero el problema de los cuadros no puede resolverse de arriba abajo solamente. No podemos asumir la actitud de “ah, el Partido (como si fuera un dios), la Jota deben definir esa política y cómo va a ser con los cuadros, nosotros nomás nos adherimos”; eso no es ser comunista. Nosotros, los premilitantes debemos aspirar a ser cuadros de la juventud y para ello se requiere no sólo la voluntad, ni el puro deseo, sino el máximo esfuerzo en el estudio de nuestra ideología, de nuestros principios, de nuestro programa y estrategia, y así como su estudio bregar por su aplicación en nuestro centro de masas, en la realidad actuante, en el día a día; ser los primeros en la lucha política, los primeros en la acción hacia las masas. No limitarse a cumplir las tareas, proponer nuevas tareas, nuevas políticas, pensar y pensar en qué le hace falta a la organización, qué debemos corregir, cuáles deben ser los siguientes pasos a dar, y sobre todo camaradas, en darlos. Ser vanguardia exige de nosotros ser estrategas, innovadores, autocríticos y muy desprendidos. No conformarse con una victoria, utilizarla para conseguir miles, ni amilanarse con la primera derrota, saberla recibir y corregir lo errado para no volver a ser derrotado. Ése es el cuadro, ésos los cuadros que requerimos.

En conclusión, este congreso debe movilizar a toda la militancia no sólo para que sea un evento exitoso ni pomposo, sino para que del clímax de este proceso surja el nuevo Partido que lleve al pueblo al gobierno y al Poder. Y para que su juventud, afianzada en el marxismo leninismo se prepare a tomar las riendas de la Revolución.